Compartía de manera reflexiva en mi artículo anterior basado en mi experiencia, los mitos acerca
del amor y hoy consigo entre mis cosas un artículo Posted del 21 octubre de
2012 escrito por Cristina Cereceda
llamado Deconstruyendo el amor, Eros y Psique, presentado por Coral Herrera
Gómez, en el cual encontré la fundamentación de los mitos del amor a los que
hago referencia y mucho más allá, el amor romántico como una utopía emocional
en la post modernidad.
Me parece bien
oportuno compartirles los fragmentos que llamaron mi atención y que están en
correspondencia con los mitos señalados en el artículo anterior y aún más
referirles lo que está sucediendo con el Amor Romántico en estos tiempos de
post modernidad, a efectos de que puedan evaluar cómo es que nos estamos
viviendo el amor ahora. Dice el texto que:
“El amor en la
posmodernidad es una utopía colectiva que se expresa en y sobre los cuerpos y
los sentimientos de las personas, y que, lejos de ser un instrumento de
liberación colectiva, sirve como anestesiante social”.
“El amor hoy es un producto cultural de consumo que calma la sed de
emociones y entretiene a las audiencias. Alrededor del amor ha surgido toda una
industria y un estilo de vida que fomenta lo que H.D. Lawrence llamó “egoísmo a
dúo”, una forma de relación basada en la dependencia, la búsqueda de seguridad,
necesidad del otro, la renuncia a la interdependencia personal, la ausencia de
libertad, celos, rutina, adscripción irreflexiva a las convenciones sociales,
el enclaustramiento mutuo…”
“…los modelos
de relación erótica y amorosa de la cultura de masas están basadas en la
ideología del “sálvese quién pueda”. Mucha gente se queja de que los amores
posmodernos son superficiales, rápidos e intensos, como la vida en las grandes
urbes. Es cada vez más común el enamoramiento fugaz, y pareciera que las
personas, más que lograr la fusión, lo que hacen es “chocar” entre sí”.
Recuerdo los mitos acerca de que el
amor es incondicional y suficiente y pienso que sin condiciones basadas en
nuestras necesidades y el respeto mutuo; por lo que pensamos y sentimos y lo que
somos o no capaces de hacer y la supuesta suficiencia del amor, de que con el
ya basta para todo, lo que puede
producirse es la pérdida profunda de nuestra dignidad al basar nuestras
relaciones en la dependencia, la ausencia de libertad y la adscripción a los
convencionalismos sociales
Y dice el texto:
:… que a pesar
de que el anhelo de enamorarse es muy común, en realidad el amor es un fenómeno
relativamente poco frecuente en nuestras sociedades actuales: “La gente capaz
de amar, en el sistema actual, constituye por fuerza la excepción; el amor es
inevitablemente un fenómeno marginal en la sociedad actual”. Y lo es porque el
amor requiere grandes dosis de apertura de uno mismo, de entrega, generosidad,
sinceridad, comunicación, honestidad, capacidad de altruismo, que chocan con la
realidad de las relaciones entre los hombres y las mujeres posmodernas
Entonces ya puedo explicarme, puedo comprender por qué
es que se dice que el Amor es Unilateral, no podemos esperar ni mucho menos
desear que el otro haga o no para nosotros iniciarlo o sentirlo, pues el
trabajo de la apertura del corazón es de uno, es una decisión personal que no
requiere de condiciones externas sino
internas y desde ésta perspectiva el amor tiene una connotación que supera los
mitos sociales. El Amor es cosa de uno, de dos y de todos, si, pero siempre condicionados por el respeto a nuestras
necesidades y diferencias. La aceptación del amor entendido como cada uno lo
entiende, lo percibe, lo siente y se lo vive, absolutamente personal pero
construido y compartido en la vivencia, en la experiencia con la otredad, donde
nuestra capacidad de entrega, generosidad, sinceridad, comunicación, honestidad
y altruismo acerca de lo que sentimos es fundamental.
Pero la cosa no concluye aquí, los siguientes párrafos
extraídos del artículo nos describen cómo es que se vive el amor en la
postmodernidad, leamos para comprender mejor y poder concluir qué parte del
asunto nos toca de cerca….El texto dice:
“… el amor, más
que una realidad, es una utopía emocional de un mundo hambriento de emociones
fuertes e intensas. En la posmodernidad existe un deseo de permanecer
entretenido continuamente; probablemente la vida tediosa y mecanizada exacerba
estas necesidades evasivas y escapistas. Esta utopía emocional individualizada
surge además en lo que Lasch denomina la era del narcisismo; en ella las
relaciones se basan en el egoísmo y el egocentrismo del individuo”.
No reparamos en la importancia del silencio y el contacto
interior, estamos avasallados por lo que ocurre afuera, a evadirnos y que nos
conduce a no pensar en el otro! Pero cómo, si ni siquiera hacemos contacto
verdadero con nosotros!
“Las relaciones
superficiales que establecen a menudo las personas se basan en una idealización
del otro que luego se diluye como un espejismo. En realidad, las personas a
menudo no aman a la otra persona por como es, en toda su complejidad, con sus
defectos y virtudes, sino más bien por cómo querría que fuese. El amor es así
un fenómeno de idealización de la otra persona que conlleva una frustración;
cuanto mayores son las expectativas, más grande es el desencanto”.
Idealización producto de lo que el
ego construye, una fantasía que nos aleja de la aceptación del otro como un
legitimo otro, diferente, independiente
de nosotros y de nuestras ideas y creencias. Además, amamos en el otro el
reflejo de lo que nos gusta de nosotros mismos. Y lo que nos disgusta que es lo
que puede hacernos crecer, lo que realmente representa el insumo para nuestro
trabajo personal, en cuanto aparece no lo sabemos aprovechar y hasta lo
abandonamos!
“El amor
romántico se adapta al individualismo porque no incluye a terceros, ni a
grupos, se contempla siempre en uniones de dos personas que se bastan y se
sobran para hacerse felices el uno al otro. Esto es bueno para que la
democracia y el capitalismo se perpetúen, porque de algún modo se evitan
movimientos sociales amorosos de carácter masivo que podrían desestabilizar el
statu quo. Por esto en los medios de comunicación de masas, en la publicidad,
en la ficción y en la información nunca se habla de un “nosotros” colectivo,
sino de un “tú y yo para siempre”. El amor se canaliza hacia la individualidad
porque, como bien sabe el poder, es una fuerza energética muy poderosa. Jesús y
Gandhi expandieron la idea del amor como modo de relacionarse con la
naturaleza, con las personas y las cosas, y tuvieron que sufrir las
consecuencias de la represión que el poder ejerció sobre ellos”.
Otro mito dilucidado, el amor es
para siempre, es eterno entre un tú y un yo, por un lado condena al amor a la inamovilidad, descartando su
dinamismo y las posibilidades de transformación necesarias para la
trascendencia. Por otra parte, las premisas de amarse los unos a los otros y
amar al prójimo como a si mismo, que el mundo se repite y que pueden fundamentar
muchas de nuestras acciones y que en el mundo actual resultan tan paradójicas y lejanas! Pues ser
congruente con ellas es el trabajo de la
vida. No terminamos de aprender a amarnos a nosotros mismos y confundimos como
es que es amar a otro respetándonos a nosotros!
“El amor
constituye una realidad utópica porque choca con la realidad del día a día,
normalmente monótona y rutinaria para la mayor parte de la Humanidad. Las
industrias culturales actuales ofrecen una cantidad inmensa de realidades
paralelas en forma de narraciones a un público hambriento de emociones que
demanda intensidad, sueños, distracción y entretenimiento. Las idealizaciones
amorosas, en forma de novela, obra de teatro, soap opera, reality show,
concurso, canciones, etc. son un modo de evasión y una vía para trascender la
realidad porque se sitúa como por encima de ella, o más bien porque actúa de
trasfondo, distorsionando, enriqueciendo, transformando la realidad cotidiana”.
Si, podríamos decir que es así
frente a los que no están despiertos y andan por la vida buscando cómo llenar
sus vacios, sin embargo para los que están despiertos generar las emociones que
requieren para estar sanos y felices es un acto de libertad de escogencia y decisión de cómo vivirse eso
que acontece, para estos últimos la realidad la constituye aquello que son
capaces de crear y creer.
“Necesitamos
enamorarnos del mismo modo que necesitamos rezar, leer, bailar, navegar, ver
una película o jugar durante horas: porque necesitamos trascender nuestro “aquí
y ahora”, y este proceso en ocasiones es adictivo. Fusionar nuestra realidad
con la realidad de otra persona es un proceso fascinante o, en términos
narrativos, maravilloso, porque se unen dos biografías que hasta entonces
habían vivido separadas, y se desea que esa unión sitúe a los enamorados en una
realidad idealizada, situada más allá de la realidad propiamente dicha, y
alejada de la contingencia. Por eso el amor es para los enamorados como una
isla o una burbuja, un refugio o un lugar exótico, una droga, una fiesta, una
película o un paraíso: siempre se narran las historias amorosas como situadas en
lugares excepcionales, en contextos especiales, como suspendidas en el espacio
y el tiempo. El amor en este sentido se vive como algo extraordinario, un
suceso excepcional que cambia mágicamente la relación de las personas con su
entorno y consigo mismas”.
Ahora bien, nos toca
frente a esto reflexionar y buscar más, porque al parecer nos hemos desviado del camino del amor, parece
que nos estamos comprando la idea del amor que alguien fabricó o que surgió alguna vez por alguna razón, al parecer
estamos desandando, deconstruyendo lo que es el amor y llevándolo a una
concepción aberrada y viciada. Concluyamos
qué de lo que dice el texto podemos validar como parte de nuestra experiencia y
sometamos a consideración si esa forma de amar nos permite sentirnos plenos y
realmente felices, o si por el contrario nos mantiene vacios y distantes del
amor! Interesante el articulo una muestra
de la pseudo-concepción del Amor y un fundamento de los mitos del amor!