sábado, 12 de julio de 2014

DECLARACIONES DE DETERMINACIÓN, AUTENTICIDAD Y TRANSPARENCIA

Una amiga muy cercana a mí, alguien con quien comparto proyectos de vida importantes me envió unas declaraciones tituladas así: “BRILLANTES DECLARACIONES DE MERYL STREEP, excelente actriz hollywoodense! Este artículo, o ésta nota, precisamente ahora, en este momento de vida que transito, tiene un extraordinario sentido para mí y asumo que son declaraciones dadas desde un espacio de determinación, autenticidad, transparencia y por supuesto absoluta legitimidad, además de mostrar cómo es que se  está viviendo la vida ella… exactamente desde esa energía que nos hace mostrar quienes somos realmente y que nos permite mostrarnos tal cual somos sin temor a cuestionamientos y criticas!

Encierra la nota de Meryl el  desprendimiento de Juicios de Valor, esos que a veces asumimos por temor a no cumplir con los cánones sociales, ese desprendimiento de Creencias inútiles y que en lugar de hacernos felices muestran nuestra supuesta bondad, una bondad condicionada por lo cultural;  revela también la Sinceridad que denota la transparencia de sus palabras, como el niño que auténtica y espontáneamente expresa lo que no le gusta; y por encima de todo y es lo que más me atrapa y admiro de ese momento de vida, la Determinación que encierran sus palabras, pues, detrás de ellas y quizás lo que la impulsa a decir lo que dice esta la Resolución, esa energía que la impulsa a la acción y a declarar lo que declara. Y finalmente el estado de Libertad alcanzado por ella para expresarse como lo hace, sin dudad desde la madurez obtenida, desde su experiencia de vida... 

Lean ahora ustedes y validen mi apreciación y creen la suya también:

“Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme. Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos. No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. No me ajusto más con la barriada o el chusmerío. No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición. No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia.”Meryl Streep

No somos como Meryl Streep, pero tenemos en común la humanidad que está en todos, inspirémonos en esa reflexión de vida, valoremos, revisemos y tomemos nota de aquello que nos sea útil y sobre todo hagamos el trabajo personal que se requiere para ser  como queremos ser y conquistar la libertad  desde la cual está escrita esa nota! 

martes, 8 de julio de 2014

El amar y el querer, su gran diferencia

El Amor es diferente del querer, decir te amo a decir te quiero resulta distinto después de estudiar el amor como fenómeno, después de comprenderlo profundamente...Es el Amor como la Paz, como la Felicidad y como la Libertad los estados más elevados de la conciencia del hombre, es  una conclusión muy personal...Suelo atraer o encontrarme con textos que me validan, que me explican las nociones que justifican la orientación de mi vivir, hoy quiero compartirles un texto que encontré de Aldous Huxley en el Principito y que concuerda con esa diferencia que desde hace tiempo he asumido entre el Amar y el Querer...Les dejo el hermoso cuento para reflexionar y hacer lo propio con ello...

-“Te amo” - dijo el principito… -“Yo también te quiero” - dijo la rosa. -“No es lo mismo” - respondió él… "Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía…Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes. Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades. Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento. Cuando el “bien” querido no nos corresponde, nos sentimos frustrados y decepcionados. Si quiero a alguien, tengo expectativas, espero algo. Si la otra persona no me da lo que espero, sufro. El problema es que hay una mayor probabilidad de que la otra persona tenga otras motivaciones, pues todos somos muy diferentes. Cada ser humano es un universo. Amar es desear lo mejor para el otro, aún cuando tenga motivaciones muy distintas. Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento. Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar. Se sufre por apegos. Si realmente se ama, no puede sufrir, pues nada ha esperado del otro. Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro placer de dar. Pero es cierto también que esta entrega, este darse, desinteresado, solo se da en el conocimiento. Solo podemos amar lo que conocemos, porque amar implica tirarse al vacío, confiar la vida y el alma. Y el alma no se indemniza. Y conocerse es justamente saber de vos, de tus alegrías, de tu paz, pero también de tus enojos, de tus luchas, de tu error. Porque el amor trasciende el enojo, la lucha, el error y no es solo para momentos de alegría. Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía. Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos. Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí. Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.” -“Ya entendí” - dijo la rosa. -” No lo entiendas, vívelo” -dijo el principito