jueves, 10 de febrero de 2011

La trampa mental del tiempo

Estamos siendo manipulados generalmente por los juegos de la mente, sobre todo cuando no hemos aprendido a observarla, pues en ese trance nos volvemos cautivos de ella, estamos atrapados en su juego, e inconscientemente vamos hacia donde ella nos lleva. Solo cuando despertamos conciencia del cómo es que vivimos y cuando somos capaces de observar con agudeza al pensador que somos, al observador que somos; es que podemos intervenir para gobernar nuestros pensamientos y dirigirlos hacia donde queremos. Es en este instante cuando comenzamos a manejar nuestro poder y a hacer posible que el genere lo que deseamos.

Una de las trampas que nos ponemos a nosotros mismos para evadir el impacto que producen nuestras vivencias diarias, es quedarnos atrapados mentalmente en el pasado o el futuro. Este es un fenómeno que también es reforzado por las elites, por aquellos quienes manejan el poder, para mantener a las masas centradas en un tiempo mental en el cual nada es posible hacer sino lo que predetermina una minoría.

El pasado y el futuro son tiempos psicológicos que nos atrapan y nos paralizan en el presente. Si observamos con agudeza nuestro vivir podemos constatar las veces en las que somos atrapados por estos tiempos y lo que nos quitan espacio de lo que si podemos hacer y disfrutar en el aquí y el ahora, aquí en el presente donde todo es posible, donde podemos hacer, crear y construir lo que mañana nos vamos a vivir.

El pasado es una historia que ya pasó y que hoy no existe, lo único que podemos hacer con el pasado es aprender de el y repensarlo diferente para que no nos haga daño, en el caso de vivencias traumáticas y frustrantes. No debemos hacernos cautivos emocionales por algo que allá quedó, que está atrás; necesario es perdonar y perdonarnos por lo que ya esta hecho. “Para sacarle provecho a la vida hay que relacionarse con el pasado de manera diferente y aprender a vivir en el presente para crear el futuro que deseamos”

Pero, ¿Por qué nos quedamos atrapados en el pasado o en el futuro? En realidad nos quedamos en el pasado porque nos brinda seguridad psicológica, pues nos resguarda de lo nuevo, de lo desconocido, de lo inexplorado, de aquello ante lo cual nos sentimos débiles, incapaces o inexpertos. Pensar en lo sucedido, hablar de lo que ya pasó y actuar como que si estuviéramos en el ayer nos da un cierto control. Esto es valido para contarlo como anécdota pero no como funcionamiento frecuente o permanente. Y nos quedamos en el futuro porque el miedo a la incertidumbre, a no tener el control, a no saber que sucederá, a la inseguridad, a la falta de fe nos invade en el presente y nos paraliza.

El tiempo es un recurso valiosísimo y nuestra calidad de vida depende en parte del cómo nos lo vivimos. Haciéndolo consciente podemos evitar evadir el aquí y el ahora y experimentarnos una vida diferente. La calidad de los momentos de vida que nos damos estando presentes mental, emocional, física y espiritualmente nos permitirá un mayor control sobre nosotros y evitaremos por sobre todo el control y la manipulación de quienes ostentando el poder evitan que nuestra mente sea libre ocupándola con cosas que nos distraen de lo verdaderamente importante: Nosotros mismos. Vivamos aquí y ahora, observemos nuestro mundo mental y emocional y démonos cuenta que ello nos conduce a un espacio de libertad profunda, de encuentro con nuestra esencia y nuestro ser.