jueves, 15 de julio de 2010

Integrar nos permite vivir mejor…

Mucho he escuchado hablar acerca de la integración, de integrar, de integralidad… en este paseo que es la experiencia de vida… mucho se nos dice insistentemente que somos seres humanos integrales, es decir; que no solo somos seres intelectuales o emocionales o biológicos, o sexuales, o psicológicos o sociales o políticos de manera aislada, somos “integrales”; de la misma manera se nos hace énfasis en que debemos integrar o integrarnos en cuerpo, mente, emoción y espíritu y no andar por allí desalineados actuando generalmente, solo desde la emoción, o desde la mente, dejando al cuerpo actuar mecánicamente, entregado a las reacciones automáticas a las que los patrones lo han constituido. De este último aspecto les hablaré esta vez. Debo decirles que todo este cuento intelectual es algo complejo de comprender hasta que en la experiencia nos toca descubrirlo o vivirlo…

No sé cuando comienza a hacerse posible, eso de la integralidad, la integración o el integrar, pienso que entrada la madurez; sin embargo es importante dejar claro que algunas personas, dada su historia de vida estarán más o menos integradas que otras, y en edades diferentes; y lo lograran también en etapas de vida distintas; por otro lado lo que si se, es que se requiere de la experiencia para poder en ella integrar o integrarnos y alcanzar integralidad.

Desde la mente podemos comprender muchas cosas, tenemos en ella el asiento de la razón y la intuición, herramientas estas, son responsables del conocimiento que podemos generar y que son indispensables para generar sabiduría… pero sucede que a veces en algunos dominios del vivir nos quedamos solo en ellas, solo en el pensar que ocurre en nuestra mente, en los paradigmas que nos ponen limites y que a veces nos hacen rígidos e inflexibles; acallando, aplacando, inmolando, sacrificando, el mundo del emocionar, ese mundo al cual todos pertenecemos y en el cual estamos sin duda, contenidos. También sucede al contrario, es decir, a veces andamos más entregados en algunos dominios del vivir más a la emoción y dejamos que ella nos envuelva y cause estragos en nosotros, incapaces de pensar solo nos vivimos la emoción y el momento, pudiendo perder con ello algunas cosas importantes de nuestra vida… Llegada a este punto me pregunto ¿Pero, por qué es importante integrar cuerpo, mente, emoción y espíritu? Desde este espacio recuerdo dos cosas que a mi me han ayudado a comprender esto para luego hacerlo. Cosa que debo adelantarles me ha hecho, entre otras, sentirme muy feliz y tranquila. La vida se hace diferente cuando podemos integrar.

Ahora bien, y ¿Qué hay con el cuerpo en todo esto? Pues bien, el cuerpo acompaña a la emoción y al pensamiento albergado en la mente, el será el reflejo que estos dos dominios establezcan, actuará de acuerdo a la forma en que el pensar y el sentir o emocionar dictaminen, el se configurará bajo estas pautas que con el tiempo y la recurrencia, el pensar y el sentir nos vayan imponiendo. Tres grandes dominios: cuerpo, emoción y mente que articulados en nosotros de manera integral pueden producirnos bien vivir… ¿Qué sucede cuando no estamos integrados? Puedo decirles que nuestra mente genera pensamientos, juicios maestros, paradigmas que pueden a bien ayudarnos, capacitarnos o todo lo contrario, limitarnos, incapacitarnos, anularnos; generando con ello sufrimiento y drama en nuestro vivir. Así mismo, Osho dice que una fuente de dolor y sufrimiento es no poder integrar nuestras emociones con nuestros pensamientos y viceversa, en ese esfuerzo por alcanzar el equilibrio en nuestra vida. Trascendente en todo esto considero, es saber que los pensamientos generan sentimientos, los sentimientos generan acciones y las acciones generan resultados. Así, si queremos ver resultados diferentes, debemos entonces hacer cosas diferentes, para sentir cosas diferentes y lograr pensar diferente… pero todo ello de manera integrada y no separada…esto es la clave para el cambio, la integración.

Pero ¿Cómo es qué podemos integrar? Bien aquí voy con lo más significativo del asunto…integramos cuando no nos abandonamos solo a sentir, o a pensar separadamente, lo logramos cuando somos capaces de detenernos a observar cómo es nuestro sentir y nuestro pensar y tratamos de experimentar en el cuerpo que nos genera, una cosa y la otra… el cuerpo nos revela si se siente cómodo sintiendo lo que siente o pensando como piensa… a veces el demora un poquito en conseguir las respuestas, sin embargo cuando lo dejamos fluir, cuando lo observamos en quietud, el nos revela en pensamiento y en sentimiento qué es lo mejor para nosotros… son muchas las cosas que descubrimos… a veces somos cautivos de nuestra emoción, ella nos puede nublar, pero el pensamiento, la mente también lo puede hacer… necesario es nutrirnos con el conocimiento, pero no quedarnos atrapados en el, tener mente flexible, abierta, despierta, nos ayudará a vivir mejor, a vivir en paz y armonía…

Cuando estés muy emotivo, no decidas; cuando estés muy metido en pensar y repensar, cálmate y deja que tus pensamientos se asienten, el cerebro conseguirá lo mejor para ti, pero mantente vigilante de lo que tus pensamientos y sentimientos te producen… empodérate de ellos, no permitas que ellos te contengan a ti, contenlos tu a ellos. Ve despacio, no te abrumes, intenta darte cuenta de lo que te ocurre, date tiempo, se amoroso contigo…