sábado, 28 de junio de 2014

Elegí la vida...

La vida tiene mucho de los versos, porque los versos, los poemas están inspirados en ella, es la forma de mirar la vida de alguien que nos los regala... una amiga de esas que se suben en el bus que va por nuestro camino, de esas que llegan como un regalo a nuestra vida me regalo éste que escribió un gran poeta... lo compartí ese día con todos los que estaban en la sala... ahora se los comparto a todos los que por este humilde espacio pasan su mirada...

Elegí la vida
J.Rudyard Kipling
(Premio Nobel de Literatura 1907)

No quise dormir sin sueños:
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena,
y no la vida vacía de quien no
busca nada, no desea nada más
que sobrevivir cada día.

No quise vivir en la angustia:
Y elegí la paz y la esperanza,
la luz, el llanto que desahoga, que
libera, y no el que inspira lástima
en vez de soluciones, la queja que
se denuncia, la que se grita, y no la
 que se murmura y no cambia nada.

No quise vivir cansado:
y elegí el descanso del amigo y del
abrazo, el camino sin prosa
compartida, y no parar nunca, no
dormir nunca. Elegí avanzar
despacio, durante más tiempo, y
llegar más lejos, habiendo
disfrutado del paisaje.

No quise huir:
y elegí mirar de frente, levantar la
cabeza, y enfrentarme a los
miedos y fantasmas porque no por
darme la vuelta volarían.

No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones;
y no vivir lamentándome
por aquello que no pude cambiar,
que me entristece, que me duele,
por el daño que hice y el que me
 hicieron. Elegí aceptar el pasado.

No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir al otro,
de dar, de compartir y no el
resentimiento sucio que encadena.
elegí el amor. Y hubo mil cosas
que no elegí, que me llegaron de
pronto y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no
Buscaba, caminos por los que me
Perdí, personas que vinieron y se
Fueron, una vida que  no esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.
Elegí los sueños para decorarla,
 la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.

No quise vivir muriendo:
y elegí la vida. Así podré sonreír
cuando llegue la muerte,
aunque no la elija… porque moriré

viviendo.

Gracias a Iveth Dona
Una amiga especial

jueves, 26 de junio de 2014

Los juicios impactan nuestra manera de SER

Aquí voy con un tema que a mi manera de interpretar es un gran tema en el dominio que nos constituye como seres humanos, ese tema del que les hablaré  forja nuestras creencias, nuestros paradigmas, nuestros juicios maestros, esas ideas que a través del tiempo y que propias o heredadas nos permiten actuar de una o de otra manera y que generan en nosotros Ser…

Este tema son los Juicios, si, esos ante los cuales reaccionamos bien favorablemente o a veces no, esos que con su doble cara nos revela, nos deja expuestos ante los otros y a través de los cuáles generamos identidad…esos que por un lado pareciera que hablan de otro y por otro también hablan de la persona que los está emitiendo.


La importancia de los  juicios más allá de ser una declaración que nos define es más bien un acto lingüístico que nos delinea que nos permite devenir en un tipo de personas, la forma de vivirnos los juicios, de generarlos y vivirlos de manera congruente es la que reviste su importancia, ellos impactan nuestra manera de ser, condicionan nuestro vivir…

Patricia Hashuel, una coach argentina dice que: estamos bastante acostumbrados a escuchar las opiniones negativas de los demás y hacerlas (a veces) mas importantes que las nuestras, por otra parte, (y más grave aún) también solemos vivirlas como si fueran ciertas y mucho mas cuando se refieren a nosotros mismos. Sin darnos cuenta que de esta manera le damos poder al otro de impactar negativamente sobre nuestra autoestima. Sin darnos cuenta también concedemos autoridad a quien no la tiene para entregarnos juicios que nos importan y terminamos cautivos de ideas y prejuicios que no son nuestros y que además nos dañan...

Cuando apuntas con el dedo,
recuerda que otros tres dedo
s
te están apuntando a ti

cuida lo que dices por que con ello muestras parte de quien eres


A veces sentimos que somos agredidos injustamente y en vez de vivir esas agresiones como ofrendas que preferimos no aceptar nos desvalorizamos a nosotros mismos con la consecuente baja en nuestra propia autoconfianza.
¿Nos detuvimos a pensar cual es nuestra mirada sobre el mismo tema?
¿Acaso pensamos sobre qué hechos fundan esa apreciación?
¿Por casualidad pudimos pensar que simplemente se trata de la manera de ver las cosas de otro, que difiere de la nuestra?
¿O pudimos pensar que al ser simplemente una opinión, no tendríamos por qué considerarlos como si fueran ciertas?

Consideramos que los juicios son la base del sufrimiento humano, ya que el mismo no está íntimamente relacionado con los hechos que nos toca vivir, sino con la interpretación o los juicios que sostenemos de ellos y las posibilidades que se abren o se cierran para nuestro futuro a partir de los mismos.

Consideramos que el sufrimiento surge de poner una mirada en lo que falta y no en las posibilidades que se nos abren y es justamente esta cultura apreciativa la que nos permite menguar nuestra forma de sufrir.

Dado que los juicios viven en nuestra interpretación los mismos se pueden enfocar en la parte positiva o negativa del mismo hecho. Y eso depende de nuestra intención y actitud. También del estado de ánimo que estemos transitando en ese momento. Lo que no debemos perder de vista es que los juicios tienen la gran habilidad de dejar un mundo disponible para nosotros. Cuando los juicios son positivos hay un mundo que se abre mientras que cuando son negativos podemos ver que hay un mundo que se cierra. El tema es que no nos damos cuenta que esto depende de nuestra mirada y en la posibilidad de distinguir esto es donde vive nuestro PODER.


El mundo no es como es 
sino como nosotros lo interpretamos. 


Necesitamos estar AL ACECHO de nuestra conversación interna ya que ella está formada especialmente por juicios nuestros y ajenos. 
¿Por que decimos estar al acecho? Porque juzgo que con estar atentos no basta, se necesita mas que atención para poder darnos cuenta cuando un juicio nos cierra espacios de acción y cambiarlo para que nos acerque a nuestras posibilidades reales.


Si te sientes dolorido
Por alguna causa externa
No es eso lo que te perturba
Sino tu propio juicio sobre ella
Y está en tu poder 
cambiar ese juicio AHORA!!
Marco Aurelio.



Lo que nos daña, más que lo que nos ocurre, 
es lo que interpretamos acerca de lo que nos pasa!

Los juicios son necesarios para el vivir, ellos nos constituyen, pero necesitamos aprender a cómo vivirlos!