martes, 6 de abril de 2010

De qué estamos hablando cuando hablamos de sinceridad…

Al escribirles hoy de sinceridad quisiera dejarles varios contextos en el cual sé que se abrirán polémicamente para ustedes muchas interrogantes… y esa es la idea generar un proceso reflexivo acerca de la sinceridad…

Cuando hablamos de sinceridad hacemos alusión a expresar verdad, a la falta de fingimiento en el modo de expresarse o expresar algo, podríamos decir que alguien es sincero si al hablar es capaz de hacer coincidir sus declaraciones públicas con sus declaraciones privadas, lo mismo es hacia dentro que hacia fuera, no existen manejos dobles, ni tampoco discursos dobles. Así mismo la insinceridad es la falta de sinceridad o fingimiento, en este sentido se pueden tener poses, no ser auténticos…

Ahora bien, la cosa se nos complica un poco cuando manejamos la siguiente presuposición, esa que dice: “El mapa no es el territorio”, desde esta perspectiva, cada individuo tiene una visión personal de cualquier situación y del significado o valor de las cosas, y eso hace lógicamente que lo que para una persona sea una verdad para otra sea falsedad. Me pregunto entonces ¿Dónde o quién fijará entonces el canon de sinceridad o insinceridad?

Por otro lado esta también el hecho de que mucha gente cree que si uno se guarda información, no se esta siendo sincero. A veces pienso qué es mejor callar para evitar situaciones incómodas que expresarlas y generarse con ello inconvenientes. A este respecto, es importante señalar que son necesarios otros conceptos valorativos como el coraje, la sensatez, la integridad y la asertividad; dependiendo del contexto situacional en el que nos encontremos estos nos permitirán saber cuándo expresar o no algo sin afectarnos ni afectar a los demás. En este sentido, es oportuno decir que la sinceridad y la insinceridad deben ser manejadas en el ámbito de lo humano de manera inteligente, es mucho más importante en ello, considerar la utilidad, la conveniencia y la ecología que la veracidad subjetiva de cada uno de nosotros.


Debemos saber que el contexto de confianza se expande cuando somos capaces de manejar la sinceridad y la insinceridad de manera inteligente, lo que expresamos al hablar nos compromete, compromete nuestra sinceridad, nuestra competencia para hacer las cosas y finalmente con ello forjamos nuestra identidad pública y privada. La identidad con la que nuestro poder personal se puede robustecer o definitivamente menguar.

Nuestra sinceridad inteligente se pone a prueba cuando somos capaces de hacer coincidir nuestras expresiones con nuestras acciones, así mismo nuestra insinceridad inteligente se pone a prueba cuando somos capaces de suprimir la sinceridad que puede arriesgar por ejemplo nuestra relación con los demás, es necesario tanto para la sinceridad como para la insinceridad inteligentes discriminar si lo que vamos a expresar es útil, conveniente y ecológico. Seamos entonces sinceros e insinceros inteligentes!!!

1 comentario:

  1. Hola.. la sinceridad tiene que ver con nuestra coherencia.. entre lo que pensamos y decimos o hacemos... El ser sincero es guardar la coherencia entre nuestras verdades y nuestras acciones.
    No importa si mi verdad.. no es la tuya.. pero me vivo mi vida a partir de mi verdad..
    Y vivir mi verdad.. el ser sincero . .. pasa por no dañar a los demas...

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Agradecida de tu comentario... aprendo de ello y me hace crecer...