El Amor es diferente del querer, decir te amo a decir te quiero resulta distinto después de estudiar el amor como fenómeno, después de comprenderlo profundamente...Es el Amor como la Paz, como la Felicidad y como la Libertad los estados más elevados de la conciencia del hombre, es una conclusión muy personal...Suelo atraer o encontrarme con textos que me validan, que me explican las nociones que justifican la orientación de mi vivir, hoy quiero compartirles un texto que encontré de Aldous Huxley en el Principito y que concuerda con esa diferencia que desde hace tiempo he asumido entre el Amar y el Querer...Les dejo el hermoso cuento para reflexionar y hacer lo propio con ello...
-“Te amo” - dijo el principito… -“Yo también te quiero” - dijo la rosa. -“No es lo mismo” - respondió él… "Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía…Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes. Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades. Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento. Cuando el “bien” querido no nos corresponde, nos sentimos frustrados y decepcionados. Si quiero a alguien, tengo expectativas, espero algo. Si la otra persona no me da lo que espero, sufro. El problema es que hay una mayor probabilidad de que la otra persona tenga otras motivaciones, pues todos somos muy diferentes. Cada ser humano es un universo. Amar es desear lo mejor para el otro, aún cuando tenga motivaciones muy distintas. Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento. Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar. Se sufre por apegos. Si realmente se ama, no puede sufrir, pues nada ha esperado del otro. Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro placer de dar. Pero es cierto también que esta entrega, este darse, desinteresado, solo se da en el conocimiento. Solo podemos amar lo que conocemos, porque amar implica tirarse al vacío, confiar la vida y el alma. Y el alma no se indemniza. Y conocerse es justamente saber de vos, de tus alegrías, de tu paz, pero también de tus enojos, de tus luchas, de tu error. Porque el amor trasciende el enojo, la lucha, el error y no es solo para momentos de alegría. Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía. Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos. Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí. Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.” -“Ya entendí” - dijo la rosa. -” No lo entiendas, vívelo” -dijo el principito
Es un blog para compartir experiencias de vida, inquietudes, aprendizajes y nociones básicas del SER HUMANOS en los diferentes dominios del vivir...
martes, 8 de julio de 2014
lunes, 30 de junio de 2014
EL CAMINO DEL AMOR
Bueno, éste texto es un texto muy especial, también me lo compartió una amiga! lo considero una verdad para mi en tanto coincide con esa noción del Amor fuera del materialismo y la co-dependencia en la que el amor supuesto no es más que un vicio que condena y esclaviza... Desde esta perspectiva la ruta del amor comienza en nosotros mismos, es producto de habernos comprendido y aceptado muy profundamente, es quedarnos con nosotros para poder brindar a otro nuestro espacio y la oportunidad de compartir todo lo que nos hace felices! Leamos, tomemos nota y reflexionemos!
1. Primero, contigo mismo.
Sólo cuando estás bien contigo mismo puedes estar bien con los demás
2. Manejar la soledad.
Sólo cuando manejas tu soledad puedes manejar una relación.
3. Sólo se da lo que se tiene.
Necesitas valorarte para valorar, quererte para querer, respetarte para respetar, y aceptarte para aceptar, porque nadie puede dar lo que no tiene.
4. Paz interior.
Ninguna relación te dará la paz que tú mismo no crees en tu interior.
5. Fantasía que genera frustración.
Pretender que otra persona nos haga felices y llene todas nuestras expectativas es una fantasía que sólo trae frustraciones
6. Autonomía.
Ninguna relación te brindará felicidad que tú mismo no construyas.
7. Autosuficiencia.
Sólo podrás ser feliz con otra persona cuando, bien convencido, seas capaz de decirle: “No te necesito para ser feliz”.
8. Independencia
Sólo podrás amar siendo independiente hasta el punto de no tener que manipular ni manejar a los que dices querer.
9. Requerimientos.
Para amar necesitas una humilde autosuficiencia, autoestima, y la práctica de una libertad responsable.
10. Autoestima y madurez.
Ámate a ti mismo, madura, y el día que puedas decirle a esa otra persona “Sin ti me la paso bien”, ese día estarás preparado para vivir en pareja.
11. Compartir.
Dos personas que vivan en pareja podrán ser felices sólo cuando se hayan unido para compartir su felicidad, no para hacerse felices la una a la otra.
Conclusión
Sólo cuando estás bien contigo mismo puedes estar bien con los demás
2. Manejar la soledad.
Sólo cuando manejas tu soledad puedes manejar una relación.
3. Sólo se da lo que se tiene.
Necesitas valorarte para valorar, quererte para querer, respetarte para respetar, y aceptarte para aceptar, porque nadie puede dar lo que no tiene.
4. Paz interior.
Ninguna relación te dará la paz que tú mismo no crees en tu interior.
5. Fantasía que genera frustración.
Pretender que otra persona nos haga felices y llene todas nuestras expectativas es una fantasía que sólo trae frustraciones
6. Autonomía.
Ninguna relación te brindará felicidad que tú mismo no construyas.
7. Autosuficiencia.
Sólo podrás ser feliz con otra persona cuando, bien convencido, seas capaz de decirle: “No te necesito para ser feliz”.
8. Independencia
Sólo podrás amar siendo independiente hasta el punto de no tener que manipular ni manejar a los que dices querer.
9. Requerimientos.
Para amar necesitas una humilde autosuficiencia, autoestima, y la práctica de una libertad responsable.
10. Autoestima y madurez.
Ámate a ti mismo, madura, y el día que puedas decirle a esa otra persona “Sin ti me la paso bien”, ese día estarás preparado para vivir en pareja.
11. Compartir.
Dos personas que vivan en pareja podrán ser felices sólo cuando se hayan unido para compartir su felicidad, no para hacerse felices la una a la otra.
Conclusión
“Dos personas se aman únicamente cuando son capaces de
vivir la una sin la otra, pero deciden vivir juntas”
Gracias Fidelina!
por tu siempre tenerme en tu memoria
domingo, 29 de junio de 2014
Nuestro miedo... un texto inspirador!
Una vez más alguien en mi ruta, alguien en este camino que ando me regala éste texto que me resulta reflexivo, que me pone en el espacio de repensar y de asumir nuevas actitudes frente al miedo, esa emoción que cuando se exacerba o nos enganchamos a ella puede dejarnos inactivos, paralizados y hasta muertos...El texto es de quien asumió que podía brillar muy a pesar de sus miedos, un valiente como él, en el concepto de que no es valiente quien no siente miedo, sino aquel que a pesar de ello avanza, nos dice:
Nuestro miedo, nuestro miedo más profundo no es el de ser
inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta.
Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario?
Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo?
Tu pequeñez no le sirve al mundo. No hay nada iluminado en disminuirse para que otra gente no se sienta insegura a tu alrededor. Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en nuestro interior. Esa gloria no está solamente en algunos de nosotros; está en cada uno. Y cuando permitimos que nuestra luz brille, subconscientemente le damos permiso a otra gente para hacer lo mismo. Al ser liberados de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.
Nelson Mandela
Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta.
Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario?
Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo?
Tu pequeñez no le sirve al mundo. No hay nada iluminado en disminuirse para que otra gente no se sienta insegura a tu alrededor. Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en nuestro interior. Esa gloria no está solamente en algunos de nosotros; está en cada uno. Y cuando permitimos que nuestra luz brille, subconscientemente le damos permiso a otra gente para hacer lo mismo. Al ser liberados de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.
Nelson Mandela
Gracias amigo,
Gracias, Pedro Meneses
por el envio que me permite mostrar mi reflexión!
sábado, 28 de junio de 2014
Elegí la vida...
La vida tiene mucho de los versos, porque los versos, los poemas están inspirados en ella, es la forma de mirar la vida de alguien que nos los regala... una amiga de esas que se suben en el bus que va por nuestro camino, de esas que llegan como un regalo a nuestra vida me regalo éste que escribió un gran poeta... lo compartí ese día con todos los que estaban en la sala... ahora se los comparto a todos los que por este humilde espacio pasan su mirada...
Elegí la vida
J.Rudyard
Kipling
(Premio
Nobel de Literatura 1907)
No quise dormir sin sueños:
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena,
y no la vida vacía de quien no
busca nada, no desea nada más
que sobrevivir cada día.
No quise vivir en la angustia:
Y elegí la paz y la esperanza,
la luz, el llanto que desahoga, que
libera, y no el que inspira lástima
en vez de soluciones, la queja que
se denuncia, la que se grita, y no la
que se murmura y no cambia nada.
No quise vivir cansado:
y elegí el descanso del amigo y del
abrazo, el camino sin prosa
compartida, y no parar nunca, no
dormir nunca. Elegí avanzar
despacio, durante más tiempo, y
llegar más lejos, habiendo
disfrutado del paisaje.
No quise huir:
y elegí mirar de frente, levantar la
cabeza, y enfrentarme a los
miedos y fantasmas porque no por
darme la vuelta volarían.
No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones;
y no vivir lamentándome
por aquello que no pude cambiar,
que me entristece, que me duele,
por el daño que hice y el que me
hicieron. Elegí aceptar el
pasado.
No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir al otro,
de dar, de compartir y no el
resentimiento sucio que encadena.
elegí el amor. Y hubo mil cosas
que no elegí, que me llegaron de
pronto y me transformaron la vida.
Cosas buenas y malas que no
Buscaba, caminos por los que me
Perdí, personas que vinieron y se
Fueron, una vida que no
esperaba.
Y elegí, al menos, cómo vivirla.
Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.
No quise vivir muriendo:
y elegí la vida. Así podré sonreír
cuando llegue la muerte,
aunque no la elija… porque moriré
viviendo.
Gracias a Iveth Dona
Una amiga especial
jueves, 26 de junio de 2014
Los juicios impactan nuestra manera de SER
Aquí voy con un tema que a mi
manera de interpretar es un gran tema en el dominio que nos constituye como
seres humanos, ese tema del que les hablaré forja nuestras creencias,
nuestros paradigmas, nuestros juicios maestros, esas ideas que a través del
tiempo y que propias o heredadas nos permiten actuar de una o de otra manera y
que generan en nosotros Ser…
Este tema son los Juicios, si,
esos ante los cuales reaccionamos bien favorablemente o a veces no, esos que
con su doble cara nos revela, nos deja expuestos ante los otros y a través de
los cuáles generamos identidad…esos que por un lado pareciera que hablan de otro y por otro también hablan de la persona que los está emitiendo.
La importancia de los juicios más allá de ser una declaración que
nos define es más bien un acto lingüístico que nos delinea que nos permite devenir en un tipo de personas, la forma de vivirnos los juicios, de generarlos y vivirlos de manera
congruente es la que reviste su importancia, ellos impactan nuestra manera de
ser, condicionan nuestro vivir…
Patricia Hashuel, una coach argentina dice que: estamos bastante acostumbrados a escuchar las opiniones negativas de los demás y hacerlas (a veces) mas importantes que las nuestras, por otra parte, (y más grave aún) también solemos vivirlas como si fueran ciertas y mucho mas cuando se refieren a nosotros mismos. Sin darnos cuenta que de esta manera le damos poder al otro de impactar negativamente sobre nuestra autoestima. Sin darnos cuenta también concedemos autoridad a quien no la tiene para entregarnos juicios que nos importan y terminamos cautivos de ideas y prejuicios que no son nuestros y que además nos dañan...
Cuando apuntas con el dedo,
recuerda que otros tres dedos
recuerda que otros tres dedos
te están apuntando a ti
cuida lo que dices por que con ello muestras parte de quien eres
A veces sentimos que somos agredidos injustamente y en vez de vivir esas agresiones como ofrendas que preferimos no aceptar nos desvalorizamos a nosotros mismos con la consecuente baja en nuestra propia autoconfianza.
¿Nos detuvimos a pensar cual es nuestra mirada sobre el mismo tema?
¿Acaso pensamos sobre qué hechos fundan esa apreciación?
¿Por casualidad pudimos pensar que simplemente se trata de la manera de ver las cosas de otro, que difiere de la nuestra?
¿O pudimos pensar que al ser simplemente una opinión, no tendríamos por qué considerarlos como si fueran ciertas?
Consideramos que los juicios
son la base del sufrimiento humano, ya que el mismo no está íntimamente
relacionado con los hechos que nos toca vivir, sino con la interpretación o los
juicios que sostenemos de ellos y las posibilidades que se abren o se cierran
para nuestro futuro a partir de los mismos.
Consideramos que el sufrimiento surge de poner una mirada en lo que falta y no en las posibilidades que se nos abren y es justamente esta cultura apreciativa la que nos permite menguar nuestra forma de sufrir.
El mundo no es como es
sino como nosotros lo interpretamos.
Necesitamos estar AL ACECHO de nuestra conversación interna ya que ella está formada especialmente por juicios nuestros y ajenos.
¿Por que decimos estar al acecho? Porque juzgo que con estar atentos no basta, se necesita mas que atención para poder darnos cuenta cuando un juicio nos cierra espacios de acción y cambiarlo para que nos acerque a nuestras posibilidades reales.
Si te sientes dolorido
Por alguna causa externa
No es eso lo que te perturba
Sino tu propio juicio sobre ella
Y está en tu poder
cambiar ese juicio AHORA!!
Marco Aurelio.
Lo que nos daña, más que lo que nos ocurre,
es lo que interpretamos acerca de lo que nos pasa!
Los juicios son necesarios para el vivir, ellos nos constituyen, pero necesitamos aprender a cómo vivirlos!
martes, 25 de junio de 2013
“La mujer debe Despertar" inspirado en texto de sri mata amritanandamayi devi
Hoy voy a ofrecer a ustedes este texto en mi inquietud de generar reflexión acerca del rol de la mujer en este momento histórico. Tengo la creencia que la sociedad patriarcal en la que vivimos, y en la que tanto hombres como mujeres compartimos la responsabilidad de su sostenimiento, está comenzando, aunque quizás tímidamente, dirán algunos, su irreversible detracción.
El cambio de era nos está sumergiendo en una nueva manera de concebir al mundo y lo que en el acontece, se siente la necesidad imperante de desarrollar una conciencia profunda acerca del Ser y el hacer y las consecuencias de nuestro actuar. Hombre y mujer llamados a restablecer el orden divino, a fungir en los roles masculino y femenino de manera equilibrada, a calibrar las energías arquetípicas que nos constituyen, a danzar en esas energías de acuerdo al vivir. Requerimos distinguirlas para operar en ellas comprendiendo que ambas nos constituyen y que no son exclusivas del hombre o la mujer de manera separada. Aquí va el texto, para interpretar, concluir y reflexionar…
“En realidad, ningún poder exterior puede evitar que la mujer se exprese y manifieste sus cualidades maternales innatas, como el amor, la empatía y la paciencia. Es la mujer y ella sola la que debe despertar. El único obstáculo real para este despertar es su mental…
Las cualidades maternales innatas de las mujeres, su poder de creación, de dar la vida, constituyen su fuerza más grande. Y este poder puede posibilitar que las mujeres realicen un cambio mucho más profundo en la sociedad del que los hombres pudieran hacer.
Las mujeres deben recuperar su fuerza y su coraje. El coraje es un atributo del espíritu. No se trata de una virtud del cuerpo. Las limitaciones a las que se creen sometidas las mujeres no son reales. Cuando desarrollen la fuerza de vencer estas limitaciones imaginarias, nada podrá detener su marcha hacia delante en todos los ámbitos de la vida. Ellas tienen el poder. Ya está ahí, presente en ella…
En la India antigua, cuando un marido hablaba de su esposa utilizaba los términos que significan “aquella que orienta a su marido en los viajes de la vida”, “aquella que orienta a su marido en la vía de la rectitud y de la responsabilidad”…
De hecho, las mujeres han sido consideradas encarnaciones de la Energía Suprema…
Los hombres también han sufrido enormemente el exilio del principio femenino fuera de este mundo. Las mujeres no son las únicas que han sido oprimidas, pues el aspecto femenino contenido en todos los hombres ha estado reprimido y, como consecuencia, la vida de los hombres se ha vuelto parcelada, a menudo dolorosa…
Solo el amor, la compasión y la paciencia, cualidades fundamentales de las mujeres, tienen el poder de disminuir las tendencias intrínsecamente agresivas e hiperactivas de los hombres. De la misma forma, las mujeres necesitan las cualidades masculinas para no quedar inmovilizadas por su bondad y pureza. Las mujeres constituyen más de la mitad de la población mundial. Cuando les negamos la libertad de ocupar un puesto relevante y el estatus elevado que debería ser suyo en la sociedad, cuando les negamos esto, la sociedad pierde entonces lo que las mujeres podrían aportarle. En realidad, el hombre es una parte de la mujer. Todo niño está primero en el seno de su madre… el masculino está contenido en el femenino.
Hay dos tipos de idiomas en este mundo: el idioma del intelecto y el idioma del corazón. La agresividad es la naturaleza del intelecto, brusca y racional. La compasión es, en cambio, la naturaleza del idioma del corazón ligado al principio femenino. Desafortunadamente, en el mundo actual el idioma del intelecto es el que prevalece, y no el del corazón…
La noción del amor ha sido desnaturalizada, y por ello el mundo está lleno de conflictos, de violencia y de guerra. Las mujeres son la energía y el mismísimo fundamento de nuestra existencia en este mundo. Cuando pierden el contacto con la realidad de su ser, la armonía de la naturaleza, el equilibrio del mundo se rompe para dejar paso a la destrucción. Es por tanto crucial que las mujeres del mundo entero hagan el mayor esfuerzo posible para redescubrir su naturaleza fundamental, pues sólo así podremos salvar el mundo…
¿Y cuál es el ABC de una mujer? ¿Cuál es la fibra íntima del ser de una mujer? ¿Qué constituye su existencia? Son estas cualidades innatas, los principios esenciales del amor materno. Independientemente del ámbito en el que una mujer decida trabajar, no debería olvidar las virtudes que le han sido otorgadas graciosamente por Dios, por la naturaleza. Una mujer debería llevar a cabo cada uno de sus actos manteniéndose siempre firmemente anclada a estas cualidades. Así como el ABC constituye los cimientos del alfabeto, la cualidad de madre es la naturaleza fundamental de una mujer. Antes de involucrarse en cualquier actividad, no debe omitir esta parte crucial de ella misma. La energía masculina puede compararse al agua estancada. Al hombre le resulta difícil dejar un papel para concentrarse plenamente en otro. Por esta razón la vida profesional y la vida familiar de muchos hombres termina mezclándose. La mayoría de los hombres no pueden separar los dos y su relación con su esposa y sus hijos se ve afectada. La mayoría de las mujeres, en cambio, saben hacerlo. La energía femenina es fluida como un río. Por eso a una mujer le resulta fácil ser a la vez madre, esposa y una amiga fiel que llena a su esposo de confianza. Posee un don especial que le permite ser la guía y consejera de toda la familia. Las mujeres que trabajan son plenamente capaces de tener éxito también en su vida profesional. La mujer es la creadora del género humano. Ella es el primer gurú, la primera guía y mentor de la humanidad. Ella lleva las riendas de la integridad y de la unidad de la familia, de la sociedad. No hay que subestimar la responsabilidad de una madre cuando se trata de la influencia que ejerce sobre sus hijos y la inspiración que les aporta. Por doquiera que veáis seres dotados de una inmensa fuerza, felices, generosos, condescendientes y comprensivos, encontrareis generalmente una madre admirable que les ha inspirado, haciendo de ellos lo que son. Las madres son las más aptas para sembrar en el mental de los seres humanos las semillas de amor, de fraternidad universal y de paciencia. Incluso la leche materna transmite al niño/a las cualidades interiores de la madre. La madre comprende el corazón de su hijo/a, lo alimenta con su amor y le ofrece un enfoque positivo de la vida…
La madre que acuna a su niño/a es también la que lleva la luz al mundo. Una mujer que haya despertado en ella el amor materno lleva el paraíso doquiera que esté…
Sólo la mujer puede crear un mundo de paz y de gozo. Una mujer debe pensar en qué puede ofrecer a la sociedad, en vez de en qué puede tomar de ella. Esta actitud le ayudará a progresar de verdad…
Así que en vez de oxidarse pasándose la vida entera entre las cuatro paredes de su cocina, sería bueno que las mujeres salieran a compartir con los demás lo que tienen para ofrecer y que consiguieran los objetivos que tuvieran en la vida…
Ya seas un hombre o una mujer, tu verdadera humanidad no se revelará hasta que las virtudes femeninas y masculinas estén en equilibrio…
Si las propias mujeres se desvían del principio femenino, el resultado será el fracaso absoluto de las mujeres en la sociedad… El mundo actual necesita realmente que las mujeres aporten a la sociedad todo lo que puedan, desarrollando su cualidad de madre universal así como su cualidad masculina. Cuanto más se identifique una mujer con su naturaleza interior de madre, más se despertará esta Shakti o energía pura. Cuando las mujeres desarrollen este poder en ellas, el mundo empezará a escuchar sus voces con atención cada vez mayor…”
Así es pues, amadas mujeres y amados hombres, requerimos despertar conciencia en el manejo de nuestras energías arquetípicas, asumamos en el ejercicio de nuestros roles la ausencia o carencia o el desbordamiento de alguna de ellas, pues es allí donde nuestro actuar exigirá orientación, conocimiento y sabiduría para discernir qué hacer y cómo hacerlo, cómo transformarnos en virtud de lo que energéticamente nos haga falta
El cambio de era nos está sumergiendo en una nueva manera de concebir al mundo y lo que en el acontece, se siente la necesidad imperante de desarrollar una conciencia profunda acerca del Ser y el hacer y las consecuencias de nuestro actuar. Hombre y mujer llamados a restablecer el orden divino, a fungir en los roles masculino y femenino de manera equilibrada, a calibrar las energías arquetípicas que nos constituyen, a danzar en esas energías de acuerdo al vivir. Requerimos distinguirlas para operar en ellas comprendiendo que ambas nos constituyen y que no son exclusivas del hombre o la mujer de manera separada. Aquí va el texto, para interpretar, concluir y reflexionar…
“En realidad, ningún poder exterior puede evitar que la mujer se exprese y manifieste sus cualidades maternales innatas, como el amor, la empatía y la paciencia. Es la mujer y ella sola la que debe despertar. El único obstáculo real para este despertar es su mental…
Las cualidades maternales innatas de las mujeres, su poder de creación, de dar la vida, constituyen su fuerza más grande. Y este poder puede posibilitar que las mujeres realicen un cambio mucho más profundo en la sociedad del que los hombres pudieran hacer.
Las mujeres deben recuperar su fuerza y su coraje. El coraje es un atributo del espíritu. No se trata de una virtud del cuerpo. Las limitaciones a las que se creen sometidas las mujeres no son reales. Cuando desarrollen la fuerza de vencer estas limitaciones imaginarias, nada podrá detener su marcha hacia delante en todos los ámbitos de la vida. Ellas tienen el poder. Ya está ahí, presente en ella…
En la India antigua, cuando un marido hablaba de su esposa utilizaba los términos que significan “aquella que orienta a su marido en los viajes de la vida”, “aquella que orienta a su marido en la vía de la rectitud y de la responsabilidad”…
De hecho, las mujeres han sido consideradas encarnaciones de la Energía Suprema…
Los hombres también han sufrido enormemente el exilio del principio femenino fuera de este mundo. Las mujeres no son las únicas que han sido oprimidas, pues el aspecto femenino contenido en todos los hombres ha estado reprimido y, como consecuencia, la vida de los hombres se ha vuelto parcelada, a menudo dolorosa…
Solo el amor, la compasión y la paciencia, cualidades fundamentales de las mujeres, tienen el poder de disminuir las tendencias intrínsecamente agresivas e hiperactivas de los hombres. De la misma forma, las mujeres necesitan las cualidades masculinas para no quedar inmovilizadas por su bondad y pureza. Las mujeres constituyen más de la mitad de la población mundial. Cuando les negamos la libertad de ocupar un puesto relevante y el estatus elevado que debería ser suyo en la sociedad, cuando les negamos esto, la sociedad pierde entonces lo que las mujeres podrían aportarle. En realidad, el hombre es una parte de la mujer. Todo niño está primero en el seno de su madre… el masculino está contenido en el femenino.
Hay dos tipos de idiomas en este mundo: el idioma del intelecto y el idioma del corazón. La agresividad es la naturaleza del intelecto, brusca y racional. La compasión es, en cambio, la naturaleza del idioma del corazón ligado al principio femenino. Desafortunadamente, en el mundo actual el idioma del intelecto es el que prevalece, y no el del corazón…
La noción del amor ha sido desnaturalizada, y por ello el mundo está lleno de conflictos, de violencia y de guerra. Las mujeres son la energía y el mismísimo fundamento de nuestra existencia en este mundo. Cuando pierden el contacto con la realidad de su ser, la armonía de la naturaleza, el equilibrio del mundo se rompe para dejar paso a la destrucción. Es por tanto crucial que las mujeres del mundo entero hagan el mayor esfuerzo posible para redescubrir su naturaleza fundamental, pues sólo así podremos salvar el mundo…
¿Y cuál es el ABC de una mujer? ¿Cuál es la fibra íntima del ser de una mujer? ¿Qué constituye su existencia? Son estas cualidades innatas, los principios esenciales del amor materno. Independientemente del ámbito en el que una mujer decida trabajar, no debería olvidar las virtudes que le han sido otorgadas graciosamente por Dios, por la naturaleza. Una mujer debería llevar a cabo cada uno de sus actos manteniéndose siempre firmemente anclada a estas cualidades. Así como el ABC constituye los cimientos del alfabeto, la cualidad de madre es la naturaleza fundamental de una mujer. Antes de involucrarse en cualquier actividad, no debe omitir esta parte crucial de ella misma. La energía masculina puede compararse al agua estancada. Al hombre le resulta difícil dejar un papel para concentrarse plenamente en otro. Por esta razón la vida profesional y la vida familiar de muchos hombres termina mezclándose. La mayoría de los hombres no pueden separar los dos y su relación con su esposa y sus hijos se ve afectada. La mayoría de las mujeres, en cambio, saben hacerlo. La energía femenina es fluida como un río. Por eso a una mujer le resulta fácil ser a la vez madre, esposa y una amiga fiel que llena a su esposo de confianza. Posee un don especial que le permite ser la guía y consejera de toda la familia. Las mujeres que trabajan son plenamente capaces de tener éxito también en su vida profesional. La mujer es la creadora del género humano. Ella es el primer gurú, la primera guía y mentor de la humanidad. Ella lleva las riendas de la integridad y de la unidad de la familia, de la sociedad. No hay que subestimar la responsabilidad de una madre cuando se trata de la influencia que ejerce sobre sus hijos y la inspiración que les aporta. Por doquiera que veáis seres dotados de una inmensa fuerza, felices, generosos, condescendientes y comprensivos, encontrareis generalmente una madre admirable que les ha inspirado, haciendo de ellos lo que son. Las madres son las más aptas para sembrar en el mental de los seres humanos las semillas de amor, de fraternidad universal y de paciencia. Incluso la leche materna transmite al niño/a las cualidades interiores de la madre. La madre comprende el corazón de su hijo/a, lo alimenta con su amor y le ofrece un enfoque positivo de la vida…
La madre que acuna a su niño/a es también la que lleva la luz al mundo. Una mujer que haya despertado en ella el amor materno lleva el paraíso doquiera que esté…
Sólo la mujer puede crear un mundo de paz y de gozo. Una mujer debe pensar en qué puede ofrecer a la sociedad, en vez de en qué puede tomar de ella. Esta actitud le ayudará a progresar de verdad…
Así que en vez de oxidarse pasándose la vida entera entre las cuatro paredes de su cocina, sería bueno que las mujeres salieran a compartir con los demás lo que tienen para ofrecer y que consiguieran los objetivos que tuvieran en la vida…
Ya seas un hombre o una mujer, tu verdadera humanidad no se revelará hasta que las virtudes femeninas y masculinas estén en equilibrio…
Si las propias mujeres se desvían del principio femenino, el resultado será el fracaso absoluto de las mujeres en la sociedad… El mundo actual necesita realmente que las mujeres aporten a la sociedad todo lo que puedan, desarrollando su cualidad de madre universal así como su cualidad masculina. Cuanto más se identifique una mujer con su naturaleza interior de madre, más se despertará esta Shakti o energía pura. Cuando las mujeres desarrollen este poder en ellas, el mundo empezará a escuchar sus voces con atención cada vez mayor…”
Así es pues, amadas mujeres y amados hombres, requerimos despertar conciencia en el manejo de nuestras energías arquetípicas, asumamos en el ejercicio de nuestros roles la ausencia o carencia o el desbordamiento de alguna de ellas, pues es allí donde nuestro actuar exigirá orientación, conocimiento y sabiduría para discernir qué hacer y cómo hacerlo, cómo transformarnos en virtud de lo que energéticamente nos haga falta
martes, 30 de abril de 2013
EL PRINCIPIO EQUILIBRANTE La sumisión como estrategia de apaciguamiento
En estos momentos en los que observamos el conflicto en las instancias más alta de poder en nuestro país, es inevitable como venezolana, no experimentar emociones. Ser observador pasivo de tal situación no es fácil cuando nos asiste el entendimiento y la sabiduría que con la edad vamos ganando.
Tener frente a nuestros ojos la demostración de los niveles más viscerales de actuación es triste cuando lo que está en juego son los valores, los principios que rigen la vida. En tal situación cabe preguntarse ¿qué sucede con el respeto al otro?, ¿qué ha sucedido con nosotros que dirimir las diferencias para generar una convivencia armónica y de paz no es posible?. ¿Qué es lo que nos ha corrompido tanto hasta olvidar que pertenecemos a un mismo suelo nativo?, ¿qué es lo que en esta afrenta estamos olvidando?
Walter Riso nos ofrece en su libro sabiduría de las emociones un cuento extraordinario. Leamos: “La sumisión es la mayor estrategia de apaciguamiento que conocen los sistemas vivos cuando están enfrentados a un depredador, llámese león, rinoceronte, papá, mamá, jefe, amigo, profesor, suegra o lo que sea. Si nos enredamos en una relación donde nos sentimos débiles e incapaces, y las enseñanzas sociales no son útiles, la biología se hace cargo. Si es necesario, la naturaleza asume nuestra supervivencia individual, pero sin descuidar lo colectivo. Cuando un lobo va perdiendo la pelea con otro lobo y entiende que ya no tiene posibilidades de ganar, el lobo perdedor ofrece apaciblemente la yugular al oponente, como si dijera: “perdí, acabemos esto de una vez”. Sin embargo, en ese momento tiene lugar lo increíble. El lobo ganador, inexplicablemente, se paraliza. Una fuerza milenaria le impide matar al que desde la humildad reconoce la derrota. Algún mecanismo primario, incrustado en el ADN o más allá de él, se dispara en el lobo ganador y le recuerda que la especie es más importante que el placer de eliminar al contrincante. ¡Qué maravillosa relojería instintiva! Nadie llamaría cobarde al lobo que se entrega, ni conmiserativo al que se paraliza, simplemente el milagro ocurre. Ni vencedores ni vencidos. Ambos lobos se alejan y la rueda de la vida continúa su ciclo. En otras especies como por ejemplo los pavos, se da el mismo principio equilibrante. El pavo en desventaja estira su cuello en el piso y lo expone pasivamente al rival para que lo acabe a picotazos. Una vez más, el artificio mágico de lo natural se hace sentir: el pavo triunfador detiene su acto depredador.
Algunos no ven la cosa tan parsimoniosamente. Por ejemplo, Konrad Lorenz opinaba que en realidad el animal “vencido” era el que controlaba la situación, porque era el que dominaba a su rival y que por lo tanto era el verdadero vencedor. Esto se conoce como la táctica del vencido. En sus palabras: “Un lobo me ha iluminado”. No se vuelve la mejilla al enemigo para que vuelva a golpear sino para imposibilitarlo de hacerlo”. Y mucho antes, en el siglo VI, Sun zu afirmaba: “El supremo arte de la guerra es dominar al enemigo sin luchar”. Esta táctica de poder animal se ha intentado trasladar muchísimas veces al mundo de los humanos, pero sin tanto éxito para la supervivencia individual. Ni los judíos con el holocausto, ni los líderes mencionados antes, Gandhi, Jesús y Martín Luther King, lograron sobrevivir, aunque dejaron huellas que aún perduran”.
Entender la sumisión dentro de un contexto diferente, en el espacio de que por encima de todo en un enfrentamiento lo prioritario es preservar la vida y proteger al otro sin eliminarlo, lo más importante en todo esto requiere de un cambio en nosotros. Cambio en nuestros paradigmas y conceptos, salir de modelos punitivos orientados al castigo, a la obediencia, al ganar y perder, es necesario que reencuadremos al conflicto conceptualmente también y que hallemos en él la oportunidad de ser y actuar diferentes, escalarlo es nefasto nos abre a la destrucción! Preservar nuestra especie hacerla sostenible lo innegable!
El cuento sabemos refleja el comportamiento animal, pero podemos obtener de él la sabiduría para obrar en este momento. Es necesario exponer al oponente nuestro cuello, no para que nos degollé, sino para qué se paralice, tanto ellos como nosotros pertenecemos al mismo suelo nativo, actuemos desde lo que nos une y no desde lo que nos separa, vayamos a un espacio de encuentro donde todos podamos participar sin temor y lo más importante, como en el cuento del lobo además de conservar la especie preservemos nuestra identidad, actuemos diferente esta vez para romper con las formas de actuar en el pasado. No es necesario exponernos y caer en los arrebatos emocionales que pudieran lastimarnos.
Pongamos nuestro cuello en señal de no lucha, de no guerra, de no conflicto, en protección de los nuestros, pero jamás depongamos el trabajo por reconquistar los valores que hemos perdido y que están operando como antivalor frente a nuestros ojos. La sumisión es una herramienta que usada inteligentemente puede servir de aviso para detener el simulacro de pelea o la pelea inminente antes de que alguien salga lastimado o se pierda humanamente.
Por amor a mi país y a los que en el vivimos y convivimos, difundamos PAZ!
Tener frente a nuestros ojos la demostración de los niveles más viscerales de actuación es triste cuando lo que está en juego son los valores, los principios que rigen la vida. En tal situación cabe preguntarse ¿qué sucede con el respeto al otro?, ¿qué ha sucedido con nosotros que dirimir las diferencias para generar una convivencia armónica y de paz no es posible?. ¿Qué es lo que nos ha corrompido tanto hasta olvidar que pertenecemos a un mismo suelo nativo?, ¿qué es lo que en esta afrenta estamos olvidando?
Walter Riso nos ofrece en su libro sabiduría de las emociones un cuento extraordinario. Leamos: “La sumisión es la mayor estrategia de apaciguamiento que conocen los sistemas vivos cuando están enfrentados a un depredador, llámese león, rinoceronte, papá, mamá, jefe, amigo, profesor, suegra o lo que sea. Si nos enredamos en una relación donde nos sentimos débiles e incapaces, y las enseñanzas sociales no son útiles, la biología se hace cargo. Si es necesario, la naturaleza asume nuestra supervivencia individual, pero sin descuidar lo colectivo. Cuando un lobo va perdiendo la pelea con otro lobo y entiende que ya no tiene posibilidades de ganar, el lobo perdedor ofrece apaciblemente la yugular al oponente, como si dijera: “perdí, acabemos esto de una vez”. Sin embargo, en ese momento tiene lugar lo increíble. El lobo ganador, inexplicablemente, se paraliza. Una fuerza milenaria le impide matar al que desde la humildad reconoce la derrota. Algún mecanismo primario, incrustado en el ADN o más allá de él, se dispara en el lobo ganador y le recuerda que la especie es más importante que el placer de eliminar al contrincante. ¡Qué maravillosa relojería instintiva! Nadie llamaría cobarde al lobo que se entrega, ni conmiserativo al que se paraliza, simplemente el milagro ocurre. Ni vencedores ni vencidos. Ambos lobos se alejan y la rueda de la vida continúa su ciclo. En otras especies como por ejemplo los pavos, se da el mismo principio equilibrante. El pavo en desventaja estira su cuello en el piso y lo expone pasivamente al rival para que lo acabe a picotazos. Una vez más, el artificio mágico de lo natural se hace sentir: el pavo triunfador detiene su acto depredador.
Algunos no ven la cosa tan parsimoniosamente. Por ejemplo, Konrad Lorenz opinaba que en realidad el animal “vencido” era el que controlaba la situación, porque era el que dominaba a su rival y que por lo tanto era el verdadero vencedor. Esto se conoce como la táctica del vencido. En sus palabras: “Un lobo me ha iluminado”. No se vuelve la mejilla al enemigo para que vuelva a golpear sino para imposibilitarlo de hacerlo”. Y mucho antes, en el siglo VI, Sun zu afirmaba: “El supremo arte de la guerra es dominar al enemigo sin luchar”. Esta táctica de poder animal se ha intentado trasladar muchísimas veces al mundo de los humanos, pero sin tanto éxito para la supervivencia individual. Ni los judíos con el holocausto, ni los líderes mencionados antes, Gandhi, Jesús y Martín Luther King, lograron sobrevivir, aunque dejaron huellas que aún perduran”.
Entender la sumisión dentro de un contexto diferente, en el espacio de que por encima de todo en un enfrentamiento lo prioritario es preservar la vida y proteger al otro sin eliminarlo, lo más importante en todo esto requiere de un cambio en nosotros. Cambio en nuestros paradigmas y conceptos, salir de modelos punitivos orientados al castigo, a la obediencia, al ganar y perder, es necesario que reencuadremos al conflicto conceptualmente también y que hallemos en él la oportunidad de ser y actuar diferentes, escalarlo es nefasto nos abre a la destrucción! Preservar nuestra especie hacerla sostenible lo innegable!
El cuento sabemos refleja el comportamiento animal, pero podemos obtener de él la sabiduría para obrar en este momento. Es necesario exponer al oponente nuestro cuello, no para que nos degollé, sino para qué se paralice, tanto ellos como nosotros pertenecemos al mismo suelo nativo, actuemos desde lo que nos une y no desde lo que nos separa, vayamos a un espacio de encuentro donde todos podamos participar sin temor y lo más importante, como en el cuento del lobo además de conservar la especie preservemos nuestra identidad, actuemos diferente esta vez para romper con las formas de actuar en el pasado. No es necesario exponernos y caer en los arrebatos emocionales que pudieran lastimarnos.
Pongamos nuestro cuello en señal de no lucha, de no guerra, de no conflicto, en protección de los nuestros, pero jamás depongamos el trabajo por reconquistar los valores que hemos perdido y que están operando como antivalor frente a nuestros ojos. La sumisión es una herramienta que usada inteligentemente puede servir de aviso para detener el simulacro de pelea o la pelea inminente antes de que alguien salga lastimado o se pierda humanamente.
Por amor a mi país y a los que en el vivimos y convivimos, difundamos PAZ!
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