Hoy quiero compartir a través de éste medio, una reflexión que haría hace unos cuantos años al terminar de leer el libro: La ecología emocional, El arte de transformar positivamente las emociones de Jaume Soler y M. Mercè Conangla. Al leer este bello libro, muchas cosas hermosas ocurrieron y de lo que leía muchas me hicieron resonancia, dejo aquí la evidencia de lo que le ocurrió a mi tristeza.
Se me ocurre que ha de haber algo de alegría en la tristeza.. Si, hay alegría en la tristeza cuando aceptas que estar en ella te reporta beneficios...
El estar triste puede revelarte el grado de sensibilidad en el que vives, lo hermoso de saber tu nivel de afectación por las situaciones que te suceden; sobretodo cuando decides quedarte un rato con ella para saber cuál es el mensaje que te trae, a qué ha venido, cuál es el motivo o el propósito, el para qué de ese estado...
El estar triste te revela también tu capacidad de conexión contigo y lo importante de lo que ésta emoción te permite entrar a tu mundo reflexivo para conocerte mejor...
Entrar en la tristeza puede significar entrar desde ella facilmente a un estado de paz, a ese, que tanto anhela el hombre; ese estado de quietud en el que experimentamos tranquilidad, sosiego, no violencia, no agresión.
Estar en la tristeza es la pausa para mirar profundamente desde la conciencia, que el mensaje es soltar el apego y enterrar en nuestro corazón los más bellos recuerdos de la existencia que hayamos tenido junto a lo que hayamos perdido, es el único lugar seguro al que podremos acceder en la ausencia y que seguro generará en nuestro rostro una iluminada sonrisa. Desde este espacio hacer esto nos permitirá el contacto con nuestra fortaleza para continuar avanzando...
Y aunque la tristeza no sea un estado resolutivo y orientado a la acción es necesario para no perdernos de nosotros mismos... y desde ella reparar las energías perdidas y hacer los reajustes necesarios para proseguir...
Entonces si todo esto me lo permite la tristeza, que alegría es sentirla!, sentir el vacío interno nos impulsa a actuar y para sentir el vacío la tristeza es el puente!
Reivindique la tristeza y ahora ella es de mi absoluta confianza, cuando llega a mi, me la siento, la distingo, la reconozco, me la vivo, me la aprovecho hasta el último momento porqué ahora sé para qué viene y estoy en ella solo lo necesario!!!
Es un blog para compartir experiencias de vida, inquietudes, aprendizajes y nociones básicas del SER HUMANOS en los diferentes dominios del vivir...
domingo, 22 de mayo de 2016
viernes, 19 de febrero de 2016
PARA AQUELLOS QUE A PESAR DEL MIEDO AVANZAN!
He aprendido que la cobardía no
existe, que lo que nos invade es el miedo y es quien no nos deja actuar en ocasiones o quien regula
nuestra marcha para avanzar por caminos inciertos de manera más segura, de
cualquier manera el miedo puede resultar un aliado cuando lo distinguimos y
aprendemos a cómo lidiar con él para sacarle provecho. Necesario vivirlo en
ponderación.
He aprendido también que para
avanzar en nuestro camino de evolución y trascendencia son necesarias altas
dosis de valentía para transformarnos, hacer alquimia, transmutar o integrar la
sombra que cada uno de nosotros trae consigo. Es necesario distinguir que
valiente no es aquel que vence o que no padece miedos, sino más bien aquel que
a pesar de su miedo avanza en su proceso de transformación.
He logrado entender que para
transformarnos y evolucionar requerimos
de que hagamos de nosotros mismos el
objeto de nuestro propio estudio y despertemos los niveles de conciencia
necesarios para avanzar, es importante ser el observador del observador que
somos y que vivamos la vida en
concordancia al estado de conciencia más elevado: La Integridad,
sabiendo a todas luces que para ello necesitamos valor.
Sí, porque cuando nos hacemos las
preguntas por los resultados del vivir que estamos teniendo en cualquiera de
las áreas del vivir importante para nosotros y las respuestas apunten a lo que
no queremos, a situaciones y problemas que se repiten, a conflictos no
resueltos, a disentires, siempre es dentro nuestro donde yacen las respuestas.
Por ello propongo que para ser lo
que queremos SER y para hacer lo que queremos HACER es necesario “Darse cuenta, darse amor y darse tiempo”.
Darse cuenta:
- De qué cada nuevo reto trae consigo nuevas formas de pensar, sentir y actuar y eso exige de nosotros apertura para lo nuevo.
- De qué hay cosas que no sabemos que no las sabemos y precisamos descubrirlas para operar mejor, pues son necesarias en lo que pretendemos SER o HACER.
- De qué alcanzar nuestras aspiraciones requiere de que reconozcamos nuestras resistencias las integremos para alivianarnos el camino.
- De qué para avanzar necesitamos hacer cuerpo lo nuevo sea lo que sea, cantar, hablar bailar,, hacer una torta, volverse un artista, un ingeniero, un profesor, un comerciante hasta un cauchero!
- De qué para SER en su espíritu necesita saber mucho de quién es usted, de dónde viene, para qué está aquí y de cómo hacer para descubrirse, tenerse y empoderarse de usted.
Darse Amor:
- Porque es seguro que Usted al principio perderá la calma, se perderá en sus mismos condicionamientos o recurrencias y quizás no entenderá que para transformarse en lo que usted aspira o desea es necesario encontrar el amor en usted.
- Porque Usted necesitará descubrir sus resistencias, probablemente su sombra está allí y usted deberá integrarla a su experiencia de vida y allí precisará del amor, de la compasión de sí mismo, de la aceptación y de la rendición.
- Porqué es probable que requiera re-significar, re-encuadrar para sacar de dentro suyo su mejor amorosa versión.
- Porque entendiendo cómo es que puede usted ser amoroso es que usted podrá transformarse en el SER que usted quiere SER.
- Porqué dándose amor usted encontrará la mejor manera de sanar lo que no está sano en usted, superar los obstáculos y resistencias e integrar la sombra con la luz, observando con ello sus mejores talentos, los dones que le han sido otorgados y que estaban represados allí.
Darse Tiempo:
·
Porque usted
necesita comprenderse para superarse y desarrollar todo su talento en pro de
lograr su misión de vida y eso es algo que ocurre en el tiempo.
·
Porque el
proceso de la vida lleva su tiempo y usted solo puede hacer aquello para lo que
está listo.
·
Porque la
transformación requiere de que usted revise profundamente, encuentre causas y
orígenes y haga con ello lo que sea necesario.
·
Porque
también la transformación requiere una dosis de dolor necesaria para asimilar,
soltar, reconstruirnos y proseguir sin quedarnos en el sufrimiento, y eso
requiere de tiempo.
·
Porque solo
estando en el espacio de vacío puede usted construirse de nuevo, edificarse y
aparecer en su nueva y mejor versión
·
Porque la
transformación es un proceso que requiere que usted se vuelva consciente de
cómo es que usted se vuelve consciente para actuar cada vez mejor.
La vida es un proceso que
requiere de presencia, gallardía y valor, por eso he identificado que darse
cuenta requiere inteligencia racional, Darse amor de inteligencia emocional y
darse tiempo para asimilar y forjar nuevos patrones de conciencia, de
inteligencia básica, instintiva o reptil. Todas Inteligencias del humano, todas
del diseño inteligente creado por la inteligencia suprema, la inteligencia
divina. Todo yace allí, y es allí donde están los recursos más importantes para
enfrentar la transformación.
domingo, 7 de febrero de 2016
INHIBIDORES HUMANOS DE LA PAZ
A qué me refiero cuando
enuncio la palabra INHIBIDOR tipificado de humano en afectación al estado de
paz, es un tema con el que todos tropezamos de diferentes maneras en nuestra
existencia.
Cada vez que en nuestro
vivir aparecen el caos, las crisis y los conflictos en las diferentes áreas del
vivir, nuestro ser se impacta y se gatillan en nosotros diferentes formas de
actuar que traen consigo alteraciones a nuestro mundo emocional.
El condicionamiento más o menos de nuestros comportamientos genera
respuestas que pueden o no resultar en
detrimento de estados de bienestar, paz y tranquilidad.
Tenemos una habitual forma
de responder frente a las circunstancias, eso es natural y normal e indiscutible, pero de lo que si tenemos que
ocuparnos es de cuando esas respuestas pueden hacernos victimas de enfermedades
psicofísicas que nos roban la paz y el bienestar, sobre todo en los escenarios en
los que las circunstancias nos someten día a día.
Requerimos despertar
conciencia sobre nuestros comportamientos y nuestras reacciones automáticas, éstas
debemos observarlas, pues lo que sucede, lo que acontece puede impactarnos lo más
o lo menos si, en lugar de reaccionar con poca intervención de la razón nos
permitimos generar auto-conciencia ante lo que ocurre. Sé que el humano
constituye un “Diseño Inteligente” y que frente a circunstancias extremas su
respuesta será cónsona a la situación de acuerdo a lo aprendido. Lo que trato
de descifrar aquí es que frente a los hechos, más que el hecho mismo, demos
importancia al cómo estamos interpretando lo que sucede, cuál es el significado
que le atribuimos y cómo ese significado se convierte en la posibilidad de que
el hecho, lo que ocurre, deje de afectarnos y nos permita establecer estados de
paz y de tranquilidad.
Aldous Huxley decía que más
que lo que nos ocurre, lo que nos afecta es lo que pensamos acerca de ello.
Entonces no son los hechos lo que nos trastornan, son nuestras formas de
responder ante ello, impulsados por las
interpretaciones, los significados que en la experiencia hemos atribuido a las
cosas que nos han ocurrido y que a través del tiempo han forjado creencias que
nos limitan, nos inhiben y nos alejan del bienestar, la paz, la tranquilidad y
el éxito. He aquí los inhibidores humanos de la paz.
Observémonos, detengamos
nuestra reactividad frente a lo que ocurre haciendo cosas que nos permitan
despertar del condicionamiento de nuestro comportamiento y ocupemos nuestra mente en buscar alternativas
para resignificar las creencias limitantes, aprender maneras se ser mejores y
más felices.
sábado, 2 de enero de 2016
UNA PERSONA ESPECIAL ES DIFICIL DE DISTINGUIR A VECES…
Entre las
cosas que suelo leer y que de alguna manera me tocan o hacen resonancia,
encuentro hoy unos párrafos que, sin duda, merecen el título que acabo de
ponerle, ésta vez del viaje arquetípico
de Jung en el Tarot el siguiente texto dice:
“…cuando un
ser humano ha completado un cierto grado de conocimiento de sí mismo, es capaz
de efectuar elecciones distintas de las de la bandada y expresarse de una
manera que es la suya propia. Al haber establecido contacto con su propio y
verdadero sí-mismo ya no se agobiará más por las críticas de los demás, sean
internas o externas. Lo que «ellos» hagan o digan tendrá menos influencia en su
vida. Será capaz de examinar las costumbres sociales y las ideas, y adoptarlas
o no según su elección. Será libre de actuar de manera que colme sus
necesidades internas más profundas y de expresar lo más auténtico de él mismo.
Es
importante darse cuenta aquí de que, a medida que una persona gana
independencia para ser inconformista, gana a la vez seguridad personal para ser
conformista. Como Jung señaló frecuentemente, una persona individuada no es lo
mismo que una persona individualista. No trata de conformarse con las
costumbres, pero tampoco siente la necesidad de desafiarlas. No trata de
separarse de sus compañeros adoptando vestimentas extrañas o comportamientos
fuera de lugar. Por el contrario, se siente realmente como expresión única de
la divinidad, no tiene necesidad de demostrárselo a nadie.
Cuando
encontramos a una de estas personas, normalmente no se los puede distinguir a
simple vista del resto de un grupo. Su comportamiento público y su vestimenta
no le distinguen. Puede estar participando activamente en la conversación o en
silencio, pero casi al momento puede apreciarse una cualidad indefinible en su
modo de ser que nos atrae. Es como si todo lo suyo, sus vestidos, sus gestos, la
manera de sentarse le perteneciera. Nada en él es sobreimpuesto. Todo lo que
dice o hace parece brotar de lo más profundo de su centro, de modo que sus más
pequeños comentarios nos aparecen con un significado nuevo. Si está callado, su
silencio también le pertenece. Es un silencio cómodo tanto para él como para
nosotros. A menudo esta persona parece más presente y activa en silencio que
aquellos que participan de una manera más activa. Porque está en contacto con
su propio sí-mismo, y el nuestro responde, de modo que estar en silencio junto
a este tipo de personas puede abrirnos nuevos panoramas de conciencia. Al estar
a gusto consigo mismo, está instantáneamente a gusto con nosotros y nosotros
con él. Nos sentimos como si le hubiéramos conocido desde siempre. La
comunicación es tan abierta y fácil que le comprendemos y, a pesar de eso, nos
inquieta. Por un lado, es la persona más original que hayamos encontrado jamás,
y por otro, es igual que nosotros. Es una paradoja”
Si
encontramos a alguien así, es seguro que lo que surja en nosotros es un
profundo deseo por atesorar los momentos que junto a él podamos pasar, pues
representaran, sin duda, parte de alguna enseñanza, alguna lección, algún
mensaje que nuestra alma busca para su trascendencia.
lunes, 16 de noviembre de 2015
martes, 31 de marzo de 2015
Hacia una verdadera revolución educativa…
En mi andar profesional como educadora de corazón que me
siento y haciendo de mi oficio cada vez más un espacio de placer que de
obligación; y todo lo que en este camino he aprendido, me ha llevado a
incorporar en mis prácticas parte de lo que algunas de mis reflexiones de las
vivencias me han dejado…
He entendido, después de tanto andar, que no es necesario
hacer más educación de la que ya tenemos, las prácticas educativas que estamos
experimentando ya están vencidas, éstas nos están llevando a la reproducción de
un sistema que pone en riesgo la sostenibilidad de la vida del hombre. La
educación requiere un viraje para comenzar a producir una nueva conciencia. Una
manera de pensar y actuar diferente.
Hemos estado repitiendo de muchas maneras y por bastante
tiempo un modelo educativo que replica un sistema en el que permanecer quieto, respetar
a lo superiores, tener paciencia frente a actos aberrantes que muestran una
versión de un poder viciado y corroído es lo normal, un sistema basado en la
competencia para destruir al otro, un sistema excluyente… “una educación que
perpetúa el sistema social, constituida en un órgano reproductor de la conciencia colectiva que
opera a partir del supuesto que tenemos el mejor de los mundos y que conviene
perpetuar sus formas de pensar y de vivir”, como lo expresa el psiquiatra
Claudio Naranjo en su trabajo acerca de la educación para salir del
patriarcado.
Requerimos hacer una educación para formar y transformar,
superar el modelo que tantas enfermedades paidogénicas ha generado, que
consideremos lo que dice Paul Goodman:”Es necesario que empecemos a hablar más
de la estructura de quien aprende y su aprendizaje y menos acerca de la
estructura de la asignatura”, que más que ocuparnos qué enseñar, pongamos
nuestra mirada en cómo es que podemos contribuir, apoyar, o ayudar para que se genere el aprendizaje en
nuestro semejante; ocuparnos más como dice Edgar Morín a la enseñanza y al
conocimiento del mundo interno y no sólo
al conocimiento del mundo exterior.
Por lo pronto tenemos una educación que se limita a
transmitir un conocimiento del mundo externo, más que al cultivo del conocimiento
del mundo interior, esto como sabemos, no es sino parte de una complicidad de
la educación con un sistema político-económico al que conviene una humanidad
robotizada y manipulable.
Son nuevos los tiempos que estamos viviendo, el contexto
luce caótico y destructivo, pero también algo nuevo se gesta entre nosotros. Ya
hace bastante escucho y leo de excelentes estudiosos acerca de la pedagogía del
amor y los procesos de transformación y me sorprendo gratamente; incorporar lo
vivencial, aprender a usar nuestra mente como recurso, cómo vincularnos y
relacionarnos mejor desde nuestro aspecto materno, aprender de la sabiduría del
mensaje que traen nuestras emociones, la humanización de la tecnología y
desarrollar el aspecto espiritual no necesariamente religioso en la educación,
son temas que requieren ser incorporados de manera explícita y no implícita a
nuestra manera de hacer educación una verdadera revolución educativa.
domingo, 28 de diciembre de 2014
Una Mujer Emancipada, desde la conciencia!
Desde mi experiencia y crecimiento en mi rol femenino, escribiré ahora lo que para mí significa emanciparse como Mujer y aún más cómo
ser humano, desde el entendido que aún estoy en ese proceso de emancipación infinito por el transitar de
ésta existencia, en la que me corresponde crecer, evolucionar y trascender; sencillo,
dejando de lado ésta vez los argumentos sociológicos, filosóficos, psicológicos…
dejando solo la vivencia, a la voz de la experiencia pronunciarse…
Emanciparse como Mujer es lograr comprender y más aún utilizar el poder que cómo Mujer
tenemos sin exacerbarnos por algunos feminismos que pueden resultar dañinos a
nuestra existencia y a nuestra convivencia con el resto de los seres humanos.
Emanciparse significa primeramente independizarse,
comprender que podemos no ser dependientes pero sí profundamente
interdependientes, en esa condición que nos hace capaces de vivir en conjunto;
seres humanos autónomos, con capacidad de actuación propia, con capacidad para
elegir; así mismo legítimas en nuestra manera de ser, respetablemente humanas
como el resto de los mortales.
Emanciparse entendiendo que la libertad como derecho humano es la máxima que nos pone en el
contexto de vivir de manera auténtica, sin temores que restrinjan la expresión
del ser que somos, estamos siendo y queremos ser en sentido de Justicia.
Emanciparse significa comprender nuestras energías
masculinas y femeninas, constitutivas y arquetípicas y usarlas en pro de
nuestro crecimiento, vinculación y convivencia y no para condenar, criticar,
cuestionar, excluir y acallar al otro.
Emanciparse significa hacer uso de la inteligencia emocional,
sabernos libres de las reacciones automáticas propias de las emociones y aprender a
gestionarlas generando nuestro bienestar y sin dañar al otro.
Emanciparse significa tener el valor para usar el poder de
la determinación para ser asertivas (os) cuando así la experiencia lo requiera
por respeto a nosotras mismas.
Emanciparse significa posicionarnos ante el mundo, reclamar
nuestro espacio y hacer uso de él responsablemente.
Emanciparse significa hacer uso del poder que nos da la
capacidad de tener lenguaje para crear realidades.
Emanciparse también significa comprender que la sumisión es un poder que aparece en un
estadio de conciencia elevado del ser y
que requiere que actuemos desde nuestro corazón y no solo desde nuestro ego.
Emanciparse significa entender que la vulnerabilidad es el
poder de Ser Humanos y aceptar que somos sensibles en nuestra naturaleza.
¿Emancipadas (os) ? ¿Cuánto? ¿En cuáles áreas del
vivir? ¿Qué tanto requerimos de
emanciparnos? Solo nuestros corazones, nuestra alma puede valorar y responder…
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