A qué me refiero cuando
enuncio la palabra INHIBIDOR tipificado de humano en afectación al estado de
paz, es un tema con el que todos tropezamos de diferentes maneras en nuestra
existencia.
Cada vez que en nuestro
vivir aparecen el caos, las crisis y los conflictos en las diferentes áreas del
vivir, nuestro ser se impacta y se gatillan en nosotros diferentes formas de
actuar que traen consigo alteraciones a nuestro mundo emocional.
El condicionamiento más o menos de nuestros comportamientos genera
respuestas que pueden o no resultar en
detrimento de estados de bienestar, paz y tranquilidad.
Tenemos una habitual forma
de responder frente a las circunstancias, eso es natural y normal e indiscutible, pero de lo que si tenemos que
ocuparnos es de cuando esas respuestas pueden hacernos victimas de enfermedades
psicofísicas que nos roban la paz y el bienestar, sobre todo en los escenarios en
los que las circunstancias nos someten día a día.
Requerimos despertar
conciencia sobre nuestros comportamientos y nuestras reacciones automáticas, éstas
debemos observarlas, pues lo que sucede, lo que acontece puede impactarnos lo más
o lo menos si, en lugar de reaccionar con poca intervención de la razón nos
permitimos generar auto-conciencia ante lo que ocurre. Sé que el humano
constituye un “Diseño Inteligente” y que frente a circunstancias extremas su
respuesta será cónsona a la situación de acuerdo a lo aprendido. Lo que trato
de descifrar aquí es que frente a los hechos, más que el hecho mismo, demos
importancia al cómo estamos interpretando lo que sucede, cuál es el significado
que le atribuimos y cómo ese significado se convierte en la posibilidad de que
el hecho, lo que ocurre, deje de afectarnos y nos permita establecer estados de
paz y de tranquilidad.
Aldous Huxley decía que más
que lo que nos ocurre, lo que nos afecta es lo que pensamos acerca de ello.
Entonces no son los hechos lo que nos trastornan, son nuestras formas de
responder ante ello, impulsados por las
interpretaciones, los significados que en la experiencia hemos atribuido a las
cosas que nos han ocurrido y que a través del tiempo han forjado creencias que
nos limitan, nos inhiben y nos alejan del bienestar, la paz, la tranquilidad y
el éxito. He aquí los inhibidores humanos de la paz.
Observémonos, detengamos
nuestra reactividad frente a lo que ocurre haciendo cosas que nos permitan
despertar del condicionamiento de nuestro comportamiento y ocupemos nuestra mente en buscar alternativas
para resignificar las creencias limitantes, aprender maneras se ser mejores y
más felices.
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