Somos seres creadores por excelencia, tenemos el poder de
crear realidades, aunque a veces no lo creemos. Creer en nuestra capacidad de
crear nos hace absolutamente poderosos, pero en algunas oportunidades ponemos
nuestro poder, nuestra atención en
situaciones que nos perturban y que
terminan llevándose nuestra energía y conduciéndonos a vivir avasallados
por la tiranía de un mundo exterior que nos hostiga.
Nuestro poder comienza en el pensamiento, entrenar a nuestro
pensamiento para generar la realidad que deseamos conforme a nuestros buenos
deseos e intenciones es tarea de toda una vida. Ser dueños de nuestros
pensamientos y no resultar esclavos de él, la gran tarea. Ganar maestría en
ello nos permite generar calidad de vida.
Es necesario comenzar por saber que tenemos un “Jardín Sagrado”
constituido por nuestros afectos, la familia, los padres y los hijos, esos seres que nos importan; la pareja
con quien compartimos y para la que necesitamos tiempo y dedicación; nuestra
intimidad ese estar con una (o) mismo para nutrirnos y renovarnos cada vez que
lo necesitamos, nuestro trabajo ese que
hace posible nuestro sostenimiento; este jardín constituyen eso que no estamos
dispuestos a exponer, a deponer, a soterrar por dejarnos llevar a espacios que
nos roban la energía que necesitamos para poder cuidar de ese preciado tesoro.
Direccionar nuestro pensamiento ante las circunstancias
implica hacer un alto ante lo que representa o genera o pudiera generar un
arrebato en nosotros, tomar decisiones desde la libertad de elegir cómo
hacernos el menor daño y obtener el
costo emocional y físico más bajo es la acción a tomar. Se explica fácil, vivirlo es otra cosa implica desarrollar el carácter para eso.
El observador que cada uno de nosotros representa, puede dar
cuenta de cómo es su pensamiento, de si interviene en su flujo o no, de qué
tanto se deja llevar por el o si más bien es capaz de detenerlo para elegir las
mejores opciones, esas que le propician mejores momentos y calidad de vida.
Cada vez que le ponemos atención a algo nuestros pensamientos
lo robustece, lo hace cada vez más fuerte y materializa un resultado. Pensemos
antes de actuar porque la realidad se va
a corresponder con ello.Haga ahora cada uno su propia reflexión.