martes, 5 de agosto de 2014

¿DÓNDE PONEMOS NUESTRO PODER?

Somos seres creadores por excelencia, tenemos el poder de crear realidades, aunque a veces no lo creemos. Creer en nuestra capacidad de crear nos hace absolutamente poderosos, pero en algunas oportunidades ponemos nuestro poder, nuestra atención en  situaciones que nos perturban y que  terminan llevándose nuestra energía y conduciéndonos a vivir avasallados por la tiranía de un mundo exterior que nos hostiga.

Nuestro poder comienza en el pensamiento, entrenar a nuestro pensamiento para generar la realidad que deseamos conforme a nuestros buenos deseos e intenciones es tarea de toda una vida. Ser dueños de nuestros pensamientos y no resultar esclavos de él, la gran tarea. Ganar maestría en ello nos permite generar calidad de vida.

Es necesario comenzar por saber que tenemos un “Jardín Sagrado” constituido por nuestros afectos, la familia, los padres y los hijos, esos seres que nos importan; la pareja con quien compartimos y para la que necesitamos tiempo y dedicación; nuestra intimidad ese estar con una (o) mismo para nutrirnos y renovarnos cada vez que lo necesitamos, nuestro trabajo  ese que hace posible nuestro sostenimiento; este jardín constituyen eso que no estamos dispuestos a exponer, a deponer, a soterrar por dejarnos llevar a espacios que nos roban la energía que necesitamos para poder cuidar de ese preciado tesoro.

Direccionar nuestro pensamiento ante las circunstancias implica hacer un alto ante lo que representa o genera o pudiera generar un arrebato en nosotros, tomar decisiones desde la libertad de elegir cómo hacernos el menor daño  y obtener el costo emocional y físico más bajo es la acción a tomar. Se explica fácil, vivirlo es otra cosa implica desarrollar el carácter para eso.

El observador que cada uno de nosotros representa, puede dar cuenta de cómo es su pensamiento, de si interviene en su flujo o no, de qué tanto se deja llevar por el o si más bien es capaz de detenerlo para elegir las mejores opciones, esas que le propician mejores momentos y calidad de vida.

Cada vez que le ponemos atención a algo nuestros pensamientos lo robustece, lo hace cada vez más fuerte y materializa un resultado. Pensemos antes de actuar porque  la realidad se va a corresponder con ello.Haga ahora cada uno su propia reflexión.