Por alguna razón llego a mi el escrito que ahora quisiera compartirles, forma parte de esas enseñanzas que son para entregarlas, compartirlas, meditarlas, reflexionarlas... no sé quien fue el autor, lo recibí anonimamente, en realidad no recuerdo... pienso es para todos los que estamos en el nivel de conciencia que corresponde... Quédense con lo que les resuene!
Los lazos kármicos, contrario a la
creencia popular, no son un castigo divino, son enseñanzas que como almas
decidimos aprender y experimentar antes de encarnar y que por alguna razón no
pudimos concluir en una vida pasada. Así queda pendiente el aprendizaje con
cierta persona o grupo de personas para la vida siguiente.
Cuando nosotros no hemos
aprendido de la situación que vivimos en una vida pasada volvemos a generarla
en la vida presente de forma que tengamos nuevamente la oportunidad de afrontar
el hecho y esta vez resolver correctamente. Y la pregunta surge, ¿qué es
resolver algo correctamente?, algo resuelto correctamente es una situación
donde el amor incondicional prevalece para todas las partes involucradas, es
decir que la armonía se refleja en todos y cada uno de los participantes, es
decir se busca el bien común. Esto es posible porque en realidad Dios es amor y
al manifestar el amor en nuestras vidas estamos manifestando la perfección de
Dios en ellas.
Toda situación que se esté
viviendo es un efecto directo de nuestra conducta en esta vida o en otras. Así
hay personas que a veces no comprenden porque tienen “la mala suerte” de
toparse con un tipo de personas, por ejemplo una mujer que siempre ha tenido
jefes machistas, o un hombre que siempre ha tenido parejas dominantes, etc.
Estas situaciones nosotros las escogemos, consciente o inconscientemente,
entonces hay que indagar en nosotros por qué estamos escogiendo este tipo de
situaciones y personas. Alguien podrá decir que “Yo no escogí este jefe” pero
en realidad con nuestra capacidad co-creadora con el Universo nosotros
escogemos estos escenarios en todo momento.
Entonces que objeto tiene
que estemos repitiendo los patrones de otras vidas y que objeto tiene que nos
estemos encontrando con las mismas personas una y otra vez. Dios en su infinita
misericordia nos da la oportunidad de resarcir el daño hecho y de aprender la
lección de amor que cada situación conlleva. Así si como un niño que se cae de
la bicicleta al tratar de subir un tope, y que tiene tantas oportunidades como
él desee para poder hacerlo hasta perfeccionarse, así nosotros tenemos la
oportunidad de practicar hasta perfeccionarnos en el arte de amar
incondicionalmente al prójimo, con diferentes escenarios y con tantas oportunidades
como las que deseemos tomar.
Existen dos formas de
aprender algo, por la vía del amor (que desgraciadamente es la menos usada) y
por la vía del dolor que nos “pega donde más nos duele” y que conlleva a una
crisis que “obliga” a la persona a decidir cambiar y entonces darse cuenta que
la única vía es la del amor incondicional. Esta es la parte más dura de
comprender porque se interpone nuestro “Ego personal” (ese que nos dice que es
completamente “injusto” esto que nos ocurre y nos propone seguir en el plan de
víctima), pero nosotros mismos nos causamos el sufrimiento al alejarnos de
nuestro plan divino y de la unión con nuestro Ser Superior o Consciencia
Superior (la parte de nosotros que recuerda perfectamente qué venimos a
perfeccionar en esta vida, la que sabe todo de nosotros de esta y otras vidas,
la que está unida al Padre).
Entonces como ayudarnos a
comprender mejor nuestro plan divino y sanar los lazos kármicos creados con
otras personas en múltiples eventos de nuestras vidas, presente y pasadas.
Como lo que en realidad venimos a experimentar es el amor incondicional, tanto recibirlo como darlo, en diferentes circunstancias entonces debemos utilizarlo para sanarnos y sanar estos lazos.
1. Darse cuenta que nada es
“injusto”, que lo que estamos viviendo tiene una razón de ser, la entendamos en
este momento o no.
2. Tener HUMILDAD, para
poder comprender que así como nosotros estamos viviendo esta situación es muy
fácil que nosotros hayamos propiciado situaciones iguales a otras personas o a
la misma con la que tenemos el problema actualmente. Comprender que esto que
nos sucede nosotros lo generamos en algún momento. DEJAR EL PAPEL DE VÍCTIMA o
EL PAPEL DE ORGULLO.
3. Decidir que esta
situación es posible solucionarla con amor incondicional y perdón. Tomar la
decisión de dar el primer paso, convencidos de que es la única forma de
conseguir la paz interna que buscamos y de evitar futuros encuentros de
aprendizaje con esta persona.... Yo Superior
Nadie
más que uno puede liberar su mente de la esclavitud. De la fuerza nace el
derecho.
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